La vida es un viaje.
Deja que Dios te señale tu destino.

Predicando la palabra

Conocí a Jesús a la edad de 15 años y él impacto de aquel encuentro con él transformó mi vida para siempre. Tres años después, mientras estaba orando, Dios me pidió que dejara todo y le sirviera. 

Obedecí a Dios sin cuestionar nada y a partir del 2 de enero de 1982 dejé todo para ser guiado y sostenido en una vida de servicio y ministración a los demás. El Espíritu Santo nunca ha dejado de darme la palabra necesaria para su pueblo y para las diferentes circunstancias en las que he tenido que presentar su glorioso mensaje.

El Señor ha sido fiel y lo seguirá siendo en todo. Yo soy testigo de su presencia, su poder y su respaldo. Creo su palabra basta para traer el mensaje que los demás necesitan oir; porque la Biblia es suficiente para presentar el evangelio a los perdidos y perfeccionar a los santos para la obra del Ministerio. 

Por esa razón, Pablo le dice a Timoteo que vendrán tiempos peligrosos y difíciles, tiempos de confusión y apostasía y por lo pide de forma firme:

                                                       “Predica la palabra”,  1 Timoteo 4:2.

Libros escritos:

El Cristiano funciona hoy.
Mientras muchos cuestionan el cristianismo, nada puede negar que es la forma de vida más maravillosa.

Si lograr tener un hábito de oración experimentarás la vida cristiana que se nos ha prometido.

Adquiera el libro

Experimenté la depresión de forma extrema y Dios me sacó adelante. Te cuento cómo y qué hacer para superarla.

El caos personal.

Todos lo experimentamos tarde o temprano. Son momentos de angustia, de desaliento y dolor. Son momentos de prueba donde lo que realmente somos, va salir de nosotros.

Cuando lo sufrimos es difícil: nos sentimos golpeados, maltratados, solos y sin fuerzas. Pero es importante recordar que en tiempo de caos el Espíritu de Dios se está moviendo para traer orden en nuestra vida y para realizar cosas que nunca nos hubieramos imaginado. 

Del caos de la vida, Dios saca las grandes bendiciones. 

Su gracia nos sostiene.
Todo lo que pueda realizar para Dios se resume en pocas palabras: "El Espíritu de Dios en nosotros".

Llamados para adorarle y ser bendición para su iglesia.